Parece mentira, miro atrás en el tiempo y todavía parece que
estoy en octubre, fecha en la que empecé a ir a clases en la escuela, fecha en
la que me dieron la mejor noticias de todas…”Has conseguido pasar los filtros y
entras en La Consula ”…
y lo cierto que todavía a día de hoy no me he dado cuenta de lo que es todo
aquello.
He vivido miles de momentos malos, alguno que otro bueno y
conocido gente desde aquellos quien o querrías en tu vida para dar ni un recado
a gente que como mi gran amigo Pepe… echaré de menos en este mes largo que me
voy de prácticas.
Todo ha cambiado en mi vida. He conocido al amor de mi vida
con el que pienso casarme dentro de apenas unos años, me ha cambiado el carácter
hasta el punto de apenas conocerme a mi mismo, hasta el punto de cómo dice mi
profesor Alejandro…ni un paso atrás ni para coger impulso… Antes de entrar allí,
bebía, fumaba a veces cosas que no debía, era un pequeño hijo puta en toda regla
con la humanidad y pensaba que la vida era fácil… pero no es así.
Ayer por fin terminó el primer curso ahora empieza la
verdadera prueba, las prácticas y lo cierto que estoy aterrado de no saber
donde me voy a encontrar y más aún sin el respaldo ni el apoyo de profesores
para guiarme y corregirme, aún así sigo teniendo el cariño de mi vida de con quien me quiero casar, de quien ha
sido el pañuelo de lágrimas y con quien me he apoyado muchísimo tiempo para poco a poco no tirar la toalla y haced
caso de lo que os digo que si no llega a ser por ella y unos pocos más… a día
de hoy no sería nada de lo que soy…
Hoy lo cierto es que me niego a subir receta, pues no he
pensado ninguna que podría ir con esta entrada pero tengo algo preparado para dentro
de prontito solo dar las gracias a Pepe Borrego, a Alejandro (salsero de la
consula) a mis padres y sobre todo a Paloma Fructuoso Cano por todo el apoyo qué
me han dado y lo que me han querido gracias a los cuales… han sacado de mi
parte de lo que algún día seré