Más y más recuerdos, parece mentira que me acuerde de tantas
cosas cuando no se ni lo que comí ayer, parece que las experiencias en la
cocina me las grabaron con algo que me hacen recordar día a día todo lo sucedido.
Eso es como todo en la vida, no todo es malo pero tampoco es
bueno.
Hace tiempo pensé que esto no era lo mío, que para que
estaba en una cocina solamente picando con un puto cebollero todo el día
cebolla,
*Que se me
van a caer los ojos de tanto llorar ¿no lo ves?*
O el estar una mañana entera deshuesando pollos, la madre
que parió a los putos pollos, todavía me acuerdo cuando llegó el repartidor con
no se cuantas cajas de pollo y nos dijeron, coged uno cada uno… Vale?
Esto se
hace así así así y así.
Habéis hecho el primero? Sí pues 50 más por persona ¬¬ ahí es
cuando gracias a dios no existe la telepatía (que se aya demostrado) pues me
podría haber cagado en los muertos del jefe un millon de veces por cada corte
que me hice en las manos pero la verdad que por mucho que me cueste admitirlo
se lo tengo que agradecer.
Pensáis muchos de vosotros que el oficio de cocina es fácil.
Claro tu madre hace una sopita de lujo cuando hace frío y la pasta con tomate
te sale de puta madre ¿verdad?
Siento decirte querido amigo que no tienes ni idea de lo que
es estar en una cocina.
Cocina no es lo que tu tienes en tu casa cocina podríamos
decir que es… a ver como lo diría…algo que a los que estamos ahí es un placer
poder compartir nuestros sentimientos y sensaciones con los demás que se
alimentan de nuestro “arte” pero que al mismo tiempo es una batalla continua
contra el estrés, dolor físico, psicológico, y ansiedad, todo eso combinado con
una pequeña dosis de ir a contra reloj que cojones, una grandísima dosis, es más
cuando estás en la escuela también sufres pequeñas dosis de cambios climáticos
como la gran idea de ir a visitar una almazara bajo la lluvia y el frío de Córdoba,
en una mañana donde las temperaturas máximas eran muy jodidas pero como siempre
digo todo no es malo en este mundo pues los vinitos dulces de después de la
visita con los compañeros de sala y cocina o las risas del autobús, no tienen
precio.
Bueno como bien dijo un compañero mío del que aprendí
muchísimo en su día.
La cocina es uno de los artes más puros que hay, coges con
tus manos las materias recién extraídas del bicho, de la tierra o de donde
vengan, y con tus propias manos lo limpias racionas y trabajas para que cuando
llegue al plato de aquellos que van a verte para obtener lo que tu haces, le
transmitas un mundo de sabores gustos y sensaciones.
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